viernes, 3 de enero de 2014

Ciencia, ciencia


Pocas veces puede uno ponerse a escribir como Dios manda.

Cada vez que un periodista le pregunta "¿qué has descubierto este año?", Miguel Delibes se siente desconcertado. La ciencia -dice- avanza a pequeños pasos más que con grandes descubrimientos. Por eso le inquieta que cada vez más se la identifique con la tecnología y la obtención de resultados. Por el contrario, este biólogo cree que la ciencia es importante per se, como método de conocimiento de la realidad, al margen de todas las transformaciones que pueda traer. 

Es más, como conservacionista -durante ocho años fue director de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), donde sigue trabajando-, Delibes defiende que la ciencia "no tiene que servir solo para cambiar el mundo". 

"Nos tiene que enseñar también que como cambiemos mucho más la Tierra, no va a ser habitable", señala. Máxima autoridad mundial sobre el lince ibérico, este científico ha compaginado su actividad investigadora con su faceta de divulgador. Así lo ejemplifican libros como La naturaleza en peligro La Tierra herida, escrito junto a su padre, el ya fallecido novelista Miguel Delibes. 

Es precisamente su figura la que evoca al final de esta entrevista.